Presidente de la Sociedad Chilena de Enfermería Oncológica: “La pandemia nos ha enseñado a sonreír con la mirada, apoyar sin abrazos y animar con palabras”

El presidente de la Sociedad Chile de Enfermería Oncológica, Miguel Paredes, destaca que el mayor desafío para todas las enfermeras y enfermeros oncológicos de Chile es que durante todo este período de pandemia jamás han dejado de trabajar. “El cáncer no se detuvo debido a esta crisis sanitaria, por lo tanto, ellos han debido adaptarse una y otra vez a todos los escenarios vividos durante más de un año”, agregó.

En el marco del Día Internacional de la Enfermería, el presidente de la Sociedad Chilena de Enfermería Oncológica, Miguel Paredes Villanueva realizó un recuento del último año, el que ha estado marcado por la crisis sanitaria por Covid-19.

En el destaca que bajo el actual contexto de pandemia su misión y rol social ha estado más presente que nunca, contribuyendo al desarrollo de la enfermería oncológica, generando conocimientos actualizados del área a través de la investigación y capacitación continua, junto con la integración de la red de enfermería oncológica nacional e internacional.

Todo esto bajo una mirada del cuidado humanizado, sustentado en estándares de calidad y seguridad, como destaca su equipo compuesto por la vicepresidenta, Kely Barahona Albornoz; la secretaria, Jenniffer Herrera Ñancucheo; su tesorera Paola Viveros Lamas y el director ejecutivo Esteban Sánchez.

En esa línea, y en cuanto a su misión, Miguel Paredes destaca que “la sociedad es una organización sin fines de lucro de carácter científico- técnica de alcance nacional, autónoma e independiente. Nuestros asociados son enfermeras y enfermeros que pertenecen a distintos sectores relacionados con la oncología como Radioterapia, Hematología, Quimioterapia, Alivio del dolor y Cuidados paliativos, atendiendo pacientes tanto adultos como pediátricos y del sector público y privado”

Asimismo, respecto a los desafíos para este 2021, las y los profesionales han debido adaptarse una y otra vez a todos los escenarios vividos durante más de un año.

¿Cómo cambiaron debido a la pandemia?

Principalmente utilizando la modalidad virtual lo que a su vez permitió una extensión a nivel nacional y mayor comunicación y convocatoria. También se pudo contar con expertos internacionales en webinars y en nuestro Congreso anual. Por otro lado, tuvimos participación desde un principio apoyando a la educación de los pacientes en los cuidados en tiempos de pandemia, lo que se pudo concretar a través de folletos educativos entregados en los principales hospitales y clínicas a lo largo de Chile. Realizamos varias mesas de trabajo y conversatorios que permitieron acercar a nuestros asociados a las distintas realidades de cada lugar y poder discutir y analizar estrategias de cuidados estandarizados para seguir otorgando nuestras atenciones.

¿Por qué decidió especializarse en oncología? ¿Cuáles son las labores que debe realizar una enfermera o enfermero que trabaja junto a pacientes con cáncer?

Trabajar en oncología es una experiencia gratificante, que te obliga a cambiar la mirada que tenías de la vida. Requiere de mucho compromiso, conocimiento y saber manejar las emociones. Permite adquirir una gran cercanía con el paciente y con su familia pudiendo hacer gestión del cuidado en todos los niveles: prevención en salud, tratamiento de los síntomas y acompañamiento en el fin de la vida y el duelo.

Por estas razones se requiere la mezcla perfecta entre un alto nivel de conocimientos técnicos acompañado de mucha humanización. Acompañar la razón con la pasión por cuidar.

¿Cómo han cambiado estas labores en contexto de pandemia?

Únicamente en el distanciamiento físico, el sonreír con la mirada, apoyar sin abrazos y animar con palabras.
 

¿Cuáles son los desafíos que han enfrentado las enfermeras y enfermeros oncológicos en la pandemia y cómo ha visto que se han ido adaptado a estos desafíos?

El mayor desafío para ellos ha sido que durante todo este período de pandemia jamás han dejado de trabajar, el cáncer no se detuvo debido a esta crisis sanitaria, por lo tanto, las enfermeras y enfermeros han debido adaptarse una y otra vez a todos los escenarios vividos durante más de un año. En muchos establecimientos debieron hacer traslados de servicios completos a otros pisos e incluso a otros centros asistenciales. Adaptarse a las reasignaciones de roles como pasar del área administrativa a la parte clínica asistencial, implementación de turnos de 12 y 24 horas. Todo para dar continuidad a la atención del paciente oncológico.

Durante el inicio de la pandemia el principal temor y enfoque era no contagiarse de Covid-19 para no generar brotes entre los pacientes y funcionarios. Posteriormente, reorganizar cada unidad de trabajo para disminuir la exposición del paciente, implementando controles médicos de manera virtual, monitoreo y seguimiento de enfermería vía telefónica, en algunos casos modificar los protocolos de tratamiento de vía endovenosa a oral, disminución de las hospitalizaciones aumentando los tratamientos ambulatorios. También se tuvo que adaptar los flujos de accesos de pacientes y familiares a las unidades de hospitalización y ambulatorios.

Sin duda, todo lo anteriormente expuesto ha significado un desgaste físico y emocional inimaginable.

¿Cuáles son los desafíos que pacientes con cáncer han enfrentado debido a las restricciones de la pandemia?

El mayor desafío para nuestros pacientes ha sido cuidarse para evitar el contagio por Covid-19, por el estado de inmunosupresión en la mayoría de ellos. Han tenido espaciamiento de sus controles médicos y atenciones en general de salud, otros han tenido que hacer tele consultas, lo que para los adultos mayores supone un desafío adicional, provocando en algunos de ellos, ansiedad e inseguridad. Tuvieron que aceptar y entender las modificaciones en sus tratamientos, a la vez que han tenido que mantener el aislamiento físico por temor al contagio, disminuyendo su calidad de vida y alejándose de sus seres queridos, muchas veces su principal apoyo durante la enfermedad.

¿Cuál es el valor y aporte de la enfermería para los pacientes y los sistemas de salud y cómo este valor cobra sentido en el Día Internacional de la Enfermería?

Las estadísticas nos dicen que enfermeras y enfermeros comprenden el grupo más grande de trabajadores de la salud a nivel mundial y proporcionan el 90% de la atención a los pacientes. Brindan cuidados integrales, incluyendo los aspectos físicos, psicológicos, culturales y espirituales del paciente y su familia. Son profesionales fundamentales para la promoción, prevención y recuperación de la salud de la población y como ya está declarado a nivel mundial, contar con un índice adecuado de

enfermeras y enfermeros por pacientes y altamente capacitados, es esencial para obtener resultados sanitarios óptimos. Dentro de la atención directa, agregar un paciente más por enfermero o enfermera se correlaciona con un aumento del 7% de la mortalidad dentro de los 30 días del ingreso.

Este valor cobra especial sentido en el Día Internacional de la Enfermería, en el que se conmemora el nacimiento de Florence Nightingale, quien en los campos de guerra ingleses logró liderar una transformación para implementar higiene, saneamiento, entrega de alimentos nutritivos, comodidad para los pacientes. Esto se tradujo en una disminución de la tasa de mortalidad de 40% a 20% y su trabajo dio como resultado avances en la salud pública en todo el ejército británico y el mundo.

Finalmente, la enfermería oncológica es acompañar con pasión, dando a nuestro quehacer el valor agregado a los cuidados de Enfermería del día a día pudiendo cambiar la experiencia de vida de los pacientes y sus familias.


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